Cuando estás bien por dentro, ¡se nota por fuera! |
Hola chicas!
Hoy voy a dejar de lado un poco el tema de las cremas y maquillaje que ha sido el fuerte de mi blog éste último tiempo y les contaré un poco más de mi, ya que creo que las experiencias ajenas siempre pueden servirle a alguien más, así es que si alguna de Uds. Se siente identificada en algún punto, no dude en comentar, porque juntas nos damos más fuerza.
Hace un año y cuatro meses pasé uno de los momentos más duros que me ha tocado vivir, digo uno porque es el más reciente y del que más orgullosa me siento de haber salido.
Tuve una relación amorosa por 7 años, una relación de la que hoy guardo buenos y malos recuerdos, pero aún así es una relación a la que le tengo mucho cariño, porque de ahí nació lo más hermoso que tengo en la vida, mi pequeño hijo, quién hoy tiene dos años ocho meses. El lo es todo para mí y sé que para su papá también. Jamás me casé con el papá de mi peque, pero en cuanto supimos que el venia en camino nos fuimos a vivir juntos, mezcla de muchas emociones, ansias, miedos, nervios, ect.. Vivimos juntos un año y medio hasta que ya los problemas que arrastrábamos de antes nos jugaron la mala pasada y lo mejor fue separarnos, más aun con nuestro hijo de por medio ya que no era un ambiente sano para él. La separación no fue fácil, fue en pésimos términos, con el peque nos tuvimos que ir a vivir a la casa de mi madre y ya que no había posibilidad de llegar a acuerdo con el papá respecto de temas básicos nos vimos enfrascados en un juicio por visitas y pensión de alimentos, algo que seguramente a nadie le gustaría pasar, pero cuándo hay hijos de por medio y no hay acuerdo entre las partes es por lejos lo mejor que puedes hacer.
En fin, yo quedé muy mal tras éste proceso, aunque hace un tiempo sabía que las cosas no terminarían bien para nosotros, es duro romper lo que habías armado como familia de un momento a otro y verte, sin casa, sin trabajo, sin lucas para sostener a tu hijo y teniendo que depender 100% de tu mamá cuando ya te habías “independizado”, pero no me quedaba otra.
La cabeza la tenía hecha un lío, no sabía por dónde partir, buscar trabajo, obvio, pero para eso necesitaba un jardín para mi hijo, mi mamá trabaja y no podía tenerla a ella en la casa para que yo trabajara, pero para el jardín necesitas plata, y te empiezas a preguntar cómo será el proceso para tu hijo, tan pequeño y acostumbrado a la casa siempre, pasar de un día a otro a cambiarse de casa, dejar de vivir con el papá, entrar a un jardín en jornada súper extensa, pasar más horas con extraños que con la mamá… uf no les cuento las cosas que piensas y como sola te vas enredando más y más. Por suerte volví al nido, porque de no ser así no sé como lo habría hecho, mi mamá y mis hermanos han sido un tremendo apoyo en todo éste proceso.
Me costó encontrar trabajo, ya estaba saliendo del bajón de la separación y ahora iba a muchas entrevistas, pero en ninguna quedaba y con mi urgencia de generar ingresos, ya me estaba bajoneando otra vez, pero ¡aguante! que mi vieja estuvo siempre ahí para darme ánimos y me decía, “si no salió es porque no era para ti” y cuánta razón tuvo, de donde menos lo esperé salió un trabajo que es donde estoy actualmente, llevo 8 meses acá y realmente estoy feliz, las lucas me alcanzan justo, pero es un lugar en donde valoran mucho lo que hago y tengo grandes proyecciones.
Ya con trabajo, mi hijo en un jardín que adoro, en donde él es feliz y yo me voy tranquila a trabajar y con el tema del juicio avanzado empecé a tirar de nuevo para arriba, empecé a preocuparme de nuevo de mi, a comer sano, a hacer deporte a encremarme cada mañana, a hacerme las uñas, cosas que tenia bien abandonadas debo reconocer por todo esto del bajón anímico… todos empezaron a notar los cambios, me lo hacían saber y eso me encantaba. Empecé a darme cuenta de que éste bajón no era reciente, si no que era algo que venía de mucho más atrás, de años de llevar una relación insana, con alguien que si bien no es malo es muy diferente a mí y obviamente no supimos encajar, esa relación me tenia mal y yo no me daba cuenta, no así todo mi entorno, amigos y familia, una vez que logré entender eso, mejoré aun más y deje salir todas aquellas cosas que por años reprimí, volví a escribir, volví a hacer deporte, el que yo quisiera y no el que mi pareja estimara adecuado para una mujer (soy más ruda de lo que parezco cuando de deportes se trata y mi pareja esperaba casi que una bailarina clásica, cosa que claramente yo no era), empecé a salir de nuevo, a retomar amistades que había dejado de lado y a dar espacio para conocer gente nueva, día a día era mirarme al espejo y sentir que estaba cada vez mejor. Lo único que me decía todos los días era, estas la raja macoca, vas por excelente camino, estas más linda, más alegre, más flaca, más graciosa, más todo!
Desde que me había separado que había alguien que me rondaba, un buen tipo al que conocía hace mucho tiempo, pero con quien no tenía contacto hacía muchos años. Luego de mucho tiempo de él buscarme di paso a que tuviéramos algo, gran paso, luego de 7 años, un hijo, una separación y todo lo que esto conlleva me estaba dando espacio para incluir a todo lo bueno que estaba viviendo la posibilidad de estar con alguien más, el fue un siete conmigo, fue la guinda de la torta para todo este proceso de reinvención, volví a ser la mujer coqueta, tierna y amorosa que no había sido en años (increíble como uno puede cambiar por estar con la persona que no es la indicada), pero en fin, fue todo euforia, buenos ratos, amor a la loca y desenfrenado, me enganche hasta las patas, lo presenté en la casa, conoció a mi hijo, etc.. Esto no llego a buen puerto, realmente aun me cuesta entenderlo, pero bueno, sus razones habrá tenido para ir alejándose a poco sin dar explicación alguna más que “no sé qué me pasa”, fue realmente duro, alguien que te ronda tanto, te busca, te llena de regalos, te habla de lo importante que sería para el tener algo serio contigo, se “proyecta” y de la noche a la mañana cambia de actitud y se lo traga la tierra, a veces no entiendo a los hombres, en fin… me dolió muchísimo, a ratos aun me pregunto qué cresta fue lo que paso y a veces incluso me culpo un poco por haber sido tan ilusa, pero saben?
todo el avance que había tenido hasta estar con él me ayudaron a pasar éste bache de manera mucho más madura y fuerte, si no era, no era y si no hubo explicación no hubo no más, ya llegará el indicado, dolió? Obvio y mucho, pero supe superarlo pronto. Por lo menos me sirvió para saber que estaba lista para estar con alguien más.
Si algún hombre lee éste Blog, por favor, no anden por la vida ilusionando en vano si no tienen las cosas claras, DUELE! Jaja.
En fin, hoy sigo en mi trabajo, mi hijo crece a pasos agigantados, es feliz en su jardín, hago lo posible por llevar una relación decente con el papá, los fines de semana que ellos están juntos salgo a andar horas en bicicleta, que es algo que me encanta, escribo en el blog, salgo con amigas, conozco gente y soy plenamente yo, estoy realmente de maravilla.
Sé que separarse no es un proceso fácil, independiente de cuales sean los motivos y de si hay hijos o no de por medio, una separación siempre es dura, pero si alguna de Uds. Está pasando por algo así, déjenme decirles que lo mejor que pueden hacer, es levantar la frente, apoyarse en su círculo más cercano y tener claro que el único lugar al que pueden ir es hacia delante, tengan fe en Uds. Mismas porque las mujeres tenemos tremendo potencial, somos capaces de cosas increíbles y si no partimos por creer en nosotras mismas y sentir que somos capaces de salir de donde estamos nadie lo hará por nosotras, así es que si estás pasando un bajón, sea por lo que sea, mírate al espejo lávate la cara, arréglate, ponte linda, sonríete, sal, aunque sea a caminar, despéjate, plantéate cosas nuevas, arma un plan y haz de el tu día a día, proponte levantarte cada día con una sonrisa, piensa dos veces las cosas que vas a decirle a los demás y por sobre todo las cosas que te vas a decir a ti misma; podemos ser nuestras más grandes motivadoras, así como podemos ser nuestras propias destructoras cuando de tus pensamientos se trata. Yo ya llevo un año cuatro y créanme que el día en que llegue de vuelta a la casa de mi mamá con mi hijo en brazos y la ropa puesta creí que esa pena y dolor jamás se pasarían, pero no fue así… Hoy tengo el orgullo de decir que salí adelante, confiando en mí, siendo perseverante, viendo en cada cosa la oportunidad que se me estaba presentando y tomándola para sacarle el mejor partido posible. Hoy recuerdo con alegría el día que llegue a la casa de mi mamá con mi peque, porque si bien fue fuerte y muy triste fue el primer paso para comenzar a escribir una vida plena y llena de grandes cosas. Y obvio , eso me permite entregarle a mi hijo una calidad de vida mucho más sana.
Sé que muchas mujeres están ahí, con la duda, me separo o no, continuo mi pololeo o no, midiendo los pro y los contras, el qué dirán, etc.… ¿saben qué?, si están en esas, cierren los ojos y dejen que sus emociones respondan, nuestro sexto sentido si funciona y cuando algo te dice que debes dejar todo hasta ahí, aunque sea una voz muy bajita, háganle caso, como dice mi mamá, hay cosas para las que manda la guata, no el corazón ni la razón, si no las emociones, cuando algo no te tinca, aunque sea en lo más mínimo déjalo ir y abre las puertas a ser feliz, una buena relación es aquella en la que te sientes plena incluso en las discusiones típicas, una relación plena es aquella en la que puedes ser tu en un 100% en todo momento!
Espero que a alguien le sirvan mis palabras, comparto esto con Uds. porque en verdad estoy orgullosa de donde estoy hoy y si puede servir de inspiración para alguien más, yo feliz!
Un abrazo
Con cariño
Macoca… 3.0 :)
me cambie de Instagram!
me buscar por @macocaslife y estaré dando datos, tips, consejos, hablando de todo aquello que pase en mi vida y sea digno de compartir !